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Garantizar la seguridad al 100% es muy complicado ya conviven cientos de miles de personas y resulta difícil controlar todo lo que ocurre. La violencia también llega a los campos de refugiados.

Reciben raciones de alimentos que les aportan los nutrientes necesarios para realizar sus actividades diarias, lo que es especialmente importante en el caso de las mujeres embarazadas o de los niños.

La mayoría de los campos de refugiados no cuentan con electricidad y ACNUR facilita lámparas solares o apuesta por el desarrollo de plantas solares

Los menores de edad dejan de asistir al colegio al abandonar su país de origen, por lo que es importante ofrecerles formación gratuita para completar su educación.

Se trata de uno de los principales problemas. En algunos casos existen fuentes de agua cercanas, como un río o un lago, pero en otros casos se deben construir pozos.

Todo esto, junto con las infraestructuras higiénicas mínimas y saturadas, repercute en la escasa protección contra la pandemia de la COVID-19.